miércoles, 16 de enero de 2013

Una de cal y otra de blanca arena

Este lado del mundo está resultando muy políticamente correcto. Demasiado para mi gusto.

En general, la gente, al menos en los primeros contactos, no peca de tener lengua de arpía como nosotros, ya sabéis, el deporte nacional: criticar en la máquina de café.

Aquí todo el mundo es muy "polite"... jamás hacen un comentario desafortunado de nada o nadie, lo cual, cuando pides consejo sobre zonas para vivir, colegios o sitios que visitar hace complicado fiarse de sus respuestas. Esta es una bonita costumbre, pero a veces tiene sus inconvenientes.

Consecuencias por tanto de no leer entre lineas y creerte literalmente que un sitio es un "nice place"... pues que acabes en "kinki city".


El aguerrido abuelo con la prole

Hay un término que aprendió Papá León en la oficina, que no os había contado todavía y es "bogan", que en español podría significar  quinqui,cani, pintas, macarra... un pieza vamos. Hasta el momento, ni en nuestro barrio, ni en el colegio ni en la oficina habíamos tenido el gusto de conocer a ninguno hasta que fuimos de excursión a la "Gold Coast" ahora rebautizada por los leones como "Kinki City".

Queríamos conocer la playa y esta es las que está más cerca de nuestra casa, como a una hora en coche. Comentamos a nuestros amiguetes que íbamos a ir a conocerla y obtuvimos sonrisas educadas y un montón de "oh, really? It is a nice place!!"... Serán mamonazos...

Para allá que nos fuimos el día de año nuevo con el abuelo y los churumbeles y efectivamente la playa es muy grande, de arena blanca, con kilómetros para pasear y... aquí se acabaron las ventajas. Es un sitio lleno de edificios de apartamentos altísimos tipo Benidorm. Que a quien le guste Benidorm pues muy bien, pero me temo que no es mi caso.


E embadurnándose de arena

Por otro lado el océano en esta zona tiene unas olas increíbles... que igual, para  hacer surf pues muy bien pero para 5 niños pequeños... pues no... Como será la cosa que los socorristas habilitan una zona como de unos 200 m para el baño de forma que si alguien se les ahoga le puedan ver. Fuera de esa zona está prohibido bañarse.

Además, para amenizar un poco más la estancia también esta lleno de medusas...unas medusinas azules muy chiquititas y preciosas pero que pican que joden y si no, preguntarle a D que muy inteligentemente se intentó despegar una de la pierna arrastrándola con una piedra pierna abajo... tenía unas ronchas divinas.

Como colofón, había mucha gente pero que "muy jodida" que diría un amigo nuestro. Vimos unos paisanos con unos coches tuneaos mu requetebonitos...la primera vez desde que llegamos que tuvimos cierta sensación de inseguridad ya que aquí por norma general eso no existe... te puedes dejar el coche abierto que no pasa nada... salvo en Gold Coast. Que majos nuestros amiguetes aussies que no nos dijeron ni pío y que debían de estar en su barbacoa pensando "anda que estos, pedazo excursión que van a hacerse jejeje".

Como los niños son ajenos a todos estos impedimentos se lo pasaron muy bien, jugaron en la arena y dieron la guerrita habitual y nosotros nos fuimos con la sensación de que seguramente teníamos que investigar más sitios playeros para la próxima vez.


Mis chicos siempre glamourosos

Efectivamente, tras nuestra excursión volvimos a preguntar a nuestros conocidos y muy diplomáticamente nos recomendaron sitios "que a lo mejor eran más adecuados para los peques" y fue así como conocimos Noosa.




Todo lo contrario que el sitio anterior.

A dos horas en coche de Brisbane, hacia el Norte, está este precioso pueblo playero.

A medida que te acercas a la costa empiezas a ver rías, en cuyas riveras hay preciosas casas con embarcaderos y sus barquitos aparcados a la puerta...todo muy verde y rodeado de bosque.




Es un sitio muy turístico y a la vez muy cuidado y agradable. Ninguna edificación supera las cuatro alturas y la calle principal es perfecta para pasear entre bonitas tiendas y un montón de restaurantes.

Pese a que fuimos un Sábado de verano y había bastante gente no tuvimos sensación de agobio y en la playa  había mucho espacio disponible.


Papá León y los pollitos pequeños

Es una bahía constituida por diversas playas. En la que estuvimos la arena era fina y blanca y el agua cristalina y caliente ¡¡una maravilla!!. Había algo de oleaje pero los niños se pudieron bañar y tampoco vimos bicho alguno. El baño estaba permitido en toda la playa.


La camada al completo

Al rededor de la misma había un montón de arboles y sombras y nos pareció un sitio precioso, a donde si que merece la pena volver y pasar el día.

Los peques se lo pasaron en grande y ya reclaman su tablita de surf para hacer el bruto al más puro estilo australiano.

Este SI es un sitio muy recomendable.


Con pinta de surferos



La playa les sienta fenomenal

PD: Si alguien quiere una version menos "polite" de este post y que le cuente de primera mano y sin censura de mi editor lo que vimos en Kinki City que me escriba por vía privada :-)).

4 comentarios: