lunes, 7 de enero de 2013

Vacaciones de verano ni no naaaaaa!!

Estas vacaciones de verano están resultando mu raritas.

No me hayo ...cantar villancicos con este sol y pasar el día de año nuevo en la playa. El cuerpo te pide más cantar el chiringuito...algo más rollo Georgi Dan.
Los abuelos y los peques ante el arbol navideño de la plaza del Ayuntamiento
Hace mucho calor y muuuucha humedad y también hay un montón de tormentas veraniegas así que no es lo que se dice la clásica estampa de "Blanca Navidad"... no quisiera ser yo el paisano que se disfraza de Papa Noel...angelico.

Con esta temperatura una cosa que prolifera divinamente son los bichos. Los mosquitos, moscas, arañas y demás están en su salsa y a mi me traen por la calle de la amargura.

El otro día por la noche, cuando ya nos ibamos a dormir, Papá León en su afán por comprobar todas las puertas de la casa,  como un abuelo gamucillas sus puertas del Mercedes, abrió un segundo la puerta de la cocina que da al jardín y yo vi como algo grandecito se colaba para casa a toda leche.

Yo: ¡¡¡ Dddddddddd, ha entrado algo!!!
D : ¡¡ El queeeé,!!¡¡¡ Doooónde!!

Era un arañón del tamaño de Lituania que se movía súper deprisa y que ahora estaba en el rodapié ocupando todo el ancho del mismo. Yo, al borde del síncope, apelé a las cualidades viriles de mi churri y le ofrecí muy solicita mi zapatilla para que hiciese los honores. Pero mi chico, aunque valiente, no es un un tío impulsivo que actúe sin pensar así que decidió pensarselo dos veces e ir a buscar una zapatilla de las suyas que no deja de ser un 45 y pone más distancia entre el bicho y tu.

Antes de irse me decía el muy cachondo desde la puerta de la cocina:
¡¡¡Manteeeen el contacto visual!!!
Su p*** madre.

En cuanto PL salió de la cocina y mi amiga empezó a saludar con una patita, puse pies en polvorosa y grité que pidiese refuerzos al abuelo. El abuelo el pobre, al que damos mu mala vida, estaba frito en su camita pero al oir mis gritos de espanto salió todo despeinao a enfrenterse con la bestia.

PL, ya más recompuesto la atacó desde la retaguardia cuando se metía bajo la mesa de la cocina.
Mi churri 1 , el bicho 0.

Esta misma escena, bueno muy parecida se repitió dos noches después cuando abrimos un momentín la puerta de la calle para tirar la basura, así que yo me he quedado con la sensación de que hay miles de alimañas acechandonos y deseando entrar a cobijarse a nuestra guarida, por lo que la nueva máxima familiar es "aquí no se abre". Salvo que haya un incendio y haya que saltar por la ventana.

Hace tambien cosa de unos días estaba J jugando en el jardín con su triciclo cuando vino corriendo despavorido y contándonos algo que no entendíamos con tanto llanto.

Según él, vio una colita verde y cuando se agachó a ver si tenía patitas pues vió una carita de serpiente con lengüita y todo, así que mu bien también, estoy encantada. Menos mal que no se le ocurrió tocarla porque hay un montón de especies venenosas.

Sin ir más lejos ahora mismo mientras escribo esto en el porche me han caído dos salamandras mu majas literalmente encima del iPad así que me voy para dentro pero ya.

Las fiestas las hemos pasado muy dignamente...hasta turrón y embutido hemos tenido gracias a que mis suegros se jugarón la cárcel en la aduana :-P .

El día de Noche Vieja sufrimos de lleno el choque cultural. Ya con los niños durmiendo (porque levantarse a las 5:30 de la mañana es lo que tiene) nos preparamos nuestras uvas y empezamos a buscar en la tele donde leches daban aquí un reloj, o cuenta atras o algo parecido...pusimos una cadena de las más importantes que tenía un relojito con una cuenta atras mientras emitía otra programación...nosotros pensamos que cuando quedase ya poco pues harían alguna conexión con Sidney y su fiesta o yo que se qué...la realidad es que estabamos los cuatro como gilipollas con nuestro cuenquito de 12 uvas en la mano mirando para la tele y la cuenta atrás se acabó y empezó un telediario que abría con una señorita que decía: "Good night, happy New Year..." Y se puso a contar las noticias. Se nos quedo una cara de idiotas.

Esto no lo podíamos dejar así,   que gracias a la tía Sol que nos había mandado un power point con las campanadas de la puerta del Sol, repetimos el proceso. Si algún australiano nos estaba viendo por alguna ventanita pensaría que estabamos completamente zumbados... cuatro adultos echos y derechos con un cuenco de uvas esperando oir una señal pa comerselas a toda prisa. Desconcertante cuanto menos.

Nos pusimos en posición, PL le dió a la tecla y oímos nuestros amados cuartos... La abuela ya se metió dos uvas del tirón con los consiguientes gritos tradicionales del resto de ¡¡¡¡queeeee Noooooooo.....esperaaaaaaa q son los cuartos!!! Y ya risas, atragantamientos, lagrimones, escupitajos, toses....¡¡¡hooombreeee, así si!!! Así es cómo se empieza un año.




Otro día os cuento el día de año nuevo en "kinki city" y los Reyes Magos, que aún se acuerdan de nosotros tapaicos con su manto de armiño...ofú que calorrrr.







2 comentarios:

  1. No te voy a ir a ver en la vida.

    ResponderEliminar
  2. AY!! pobre Jonás...se le van a quitar las ocurrencias aventureras a golpe de reptil!!!

    Feliz Año Nuevo!!!

    ResponderEliminar