domingo, 10 de febrero de 2013

Con el médico hemos topado


Hoy E está malito. Lleva con fiebre desde ayer por la noche y probablemente sea un virus pasajero y en dos días esté más alto y como una rosa, pero ya me ha hecho darle vueltas al tema de la visita al médico que tanta pereza me da por múltiples motivos.

Para que entendáis un poco como va este tema os cuento como funciona aquí el sistema sanitario.

En Australia hay una red estatal de sanidad, como nuestra Seguridad Social, que se llama Medicare. Todos los trabajadores están obligados a descontar parte de su salario para su pago y el sistema atiende a todos los ciudadanos con estatus de residente permanente en Australia. ¿Qué quiere decir esto?, pues que los que tenemos otro tipo de visa o nuestro país de origen no tiene convenio con Australia, no tenemos derecho a usarla. También la pagamos (luego, si lo solicitas, al final de año te lo devuelven, pero si no lo pides no) pero si queremos ser atendidos tenemos que pagar por la asistencia o contratar un seguro médico privado.

Por su parte, los australianos tienen sistema de copago y los extranjeros que tenemos seguro privado copagamos las consultas y cualquier tipo de atención médica que recibamos. Es más, primero pagas y luego el seguro ya te reembolsa la parte que te corresponde que suele ser, una mierda, resumiendo.

Desde que hemos llegado, hemos tenido muchísima suerte con los peques porque aún no nos ha hecho falta ir al médico con ninguno de ellos (toco madera), pero si hemos tenido cierto contacto con el sistema sanitario que nos ha hecho darnos cuenta de lo bien que estaba la Seguridad Social española y nuestros seguros privados comparado con esto...aunque al paso que vamos cuando volvamos no se lo que quedará de aquello :-(.

Primera visita

A D lleva meses doliéndole un pie cuando camina un rato, así que decide ir a ver al traumatólogo. 
Primera sorpresa. Pese a que tienes un seguro privado no puedes ir directamente a la consulta del especialista si no que tienes que ir primero a ver al " General Practitioner" que es como nuestro médico de familia y que él te derive al especialista.
D va a la consulta y por el módico precio de 70$ le manda a hacerse unas radiografías.
En el sitio de las radiografías le cobran sólo otros 70$.
De vuelta a la consulta del GP, por otros 70$, este llega a la rumbosa conclusión de que tiene un hueso del píe más desarrollado de lo normal y eso hay que operar y cortarlo...¡toma del frasco carrasco!.
El estupor nos invade y el GP muy cauto decide pedir una segunda opinión y mandar a D al "podiatra", que no es un pediatra mal escrito si no una especie de traumatólogo-fisioterapeuta especialista sólo en pies.
La consulta con este nos cuesta 70$ pero eso si, al menos sabe por donde anda y llega a la conclusión de que no hay que amputar nada y que es un problema muscular. Le pone unos esparadrapos de esos modernos y vuelve aún a otra consulta, es decir otros 70 $.
Resumen por tanto de un pie chungo= 350 $  de los cuales el seguro nos reembolsa unos 175$. Un chollazo

Segunda visita

Mientras estaban los abuelos aquí de vacaciones nos propusimos enseñar a montar a G en bici sin ruedines. De esta ardua tarea se encargó el abuelo que tiene más paciencia que un santo ya que G como ella misma dice " prefiere que charlemos a montar en bici"...eso significa que ella se sube a la bici y no da pedales, pero te va contando lo bonita que es la casa del vecino, aquel pájaro que hay en un árbol...en fin...de todo, menos a lo que estamos. El abuelo que es muy sacrificao corría llevándola por la nuca que mas bien la remolcaba y ella, tan contenta.

Tras varias tardes infructuosas,  el día de Reyes salimos a nuestra calle a montar el numerito de las bicis de nuevo y G ayudada por la ligera pendiente de la carretera consigue por fin coger velocidad y empezar a pedalear sola con el contento abuelo corriendo a su lado...pero tanta dicha no podía durar mucho y G ante la posibilidad de que la vista le empezase a hacer efecto túnel por la velocidad se pone nerviosa y empieza a dar volantazos...el abuelo previsor, ve que se va a esmorrar sin remedio y trata de cogerla por los hombros para frenar su caída, cosa que consigue a costa de volar por encima de la bici y la niña y aterrizar con la cara en la carretera incrustandose,  para mas inri, las gafas. Tremenda ostia la del abuelo.
Efectivamente cuando le empezamos a curar las heridas llegamos a la conclusión de que probablemente se había roto la nariz y que había que ir a urgencias a que se lo mirasen.
La consulta en urgencias te cuesta de entrada 200$ ...luego ya si te tienen que dar medicación o hacerte pruebas de ahí para arriba. Le atendieron muy bien y rápidamente ( vamos, como si estuviese pagando) y efectivamente tenía la nariz rota y unas cuantas magulladuras. En este caso el seguro médico del abuelo en España le devolverá el coste de la visita en su totalidad y el abuelo que es la leche en una semana estaba como nuevo.

Tercera visita

Como ya os he contado alguna vez, al lado de casa tenemos dos maravillosos campos de rugby municipales a los que nos encanta ir con los niños a pasarnos la pelota y echarnos un partidillo.
En este caso la alineación era la siguiente: Papá, I y G contra Mamá, N y J. 
Como los dos mayores somos peor  que los niños en una jugada en la que estaba apunto de ensayar me vi arrollada por el tonto del haba de mi churri que me placó muy elegantemente abrazandome por detras, cayendo conmigo de espaldas y lanzandome posteriormente de forma que yo hice la voltereta con doble tirabuzón sobre mi cuello.
Ale, otra visita a urgencias.
Ni que decir tiene que allí les dije que me había caido jugando con los niños y no por culpa del gilipichis de mi marido, no vaya a ser que encima se lo llevasen al cuartelillo. Para darle más realismo a la cosa me lleve una muñeca blandita en el bolso que escenificaba perfectamente como me había escogotao. Pa vernos. Y la cara de la enfermera mientras yo sacaba a "Maria Luisa" y la hacía girar por los aires y decía " I did this" ...un poema.
Como ya sabeis por el hecho de saludarnos 200$. Me hicieron radiografías como para una boda otros 133$ y me pusieron un bonito collarín para mi maravilloso esguince cervical, otros 25$.
Por tanto que tu marido sea lelo y se venga arriba jugando una pachanguilla y te descoyunte, te sale por el módico precio de unos 358$.Una ganga.

Como veis, malo vendrá que bueno te hará ...así que aprovechad los que podáis para ir al médico antes de que desmantelen el chiringuito que yo ya estoy pensando en ponerme mala sólo cuando vuelva de vacaciones ;-).












3 comentarios:

  1. Lo siento, lo siento, lo siento... pero te estoy imaginando con la muñequita en urgencias y no puedo parar de reír.

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