domingo, 19 de mayo de 2013

Feliz cumpleaños

No me regañéis, que ya lo se, que os tengo muy abandonados y que debería escribir más a menudo, pero la culpa no es mía es del difunto Steve Jobs y sus sucesores que aún no han hecho una buena aplicación para blogs desde el ipad y me obligan a sentarme al ordenador, cosa que en mi caso es tan complicada como sentarme en un spa a disfrutar de las burbujas.

En vista de ello, cómo hoy lo he conseguido y no se cuando se volverá a repetir este suceso tan alucinante, voy a aprovechar y contaros de golpe los dos últimos cumpleaños, de N y G, que se me acumula el trabajo.

N, cumplió 8 añitos en marzo. Como era día de cole, le pregunté (craso error, es que no escarmiento) que quería que llevásemos para compartir con sus amiguitos y me hizo hornear unas 85 galletas, para que pudiesen ponerse tibios. Ni que decir tiene que no sobró ni una ;-)

Mi querubín el día de su cumple
Tras el día de colé lo celebramos en casa  con los consabidos llantos por ver quien se come la chocolatina de la tarta y por soplar algún espontáneo las velas ajenas y dejamos la celebración con los amigos para el fin de semana.



El peque decidió no invitar chicas porque son un rollo ( ains como va a cambiar este discurso en muy poco tiempo) y eligió a los más amigos, más súper amiguísimos de la muerte que resultaron ser 13.
Como la perspectiva de tener en casa metidos a 18 niños con alto nivel glucémico me aterrorizaba decidimos que la primera parte del cumple la pasaríamos en el parque cercano a casa jugando al football y que luego volveríamos al jardín a merendar y cada uno para su casa.

Como soy una profesional de lo cuqui, compré unas telitas monísimas con estrellas azulitas unas y estrellas rojitas otras para hacerles brazaletes y distinguir a los equipos. A mi hijo no le parecieron demasiado masculinas y optaron por ponérselas en la frente en plan Rambo para compensar.

Nos fuimos con toda la tropa, disfrazada de ninjas para el parque y conseguimos recorrer los 500 metros que nos separan de casa sin perder a ninguno. Una vez allí, se oyó alguna voz que decía "Oye, que juegue tu padre que es español y seguro que es bueno" pero ya se encargó N muy amablemente de aclarar que su padre es un manta y que mejor no. Ten hijos para esto.

Bajo un sol de justicia estuvieron un buen rato entretenidos dale que te pego al balón hasta que por miedo a que se nos deshidratasen nos los llevamos a casa a merendar.

Cuando llegamos como venían asfixiados, no me dio tiempo ni a decir pío y ya habían saltado la valla de la piscina y se estaban metiendo unos con ropa y otros en pelotas. Casi me da un síncope, ya que pese a que todos ya sabían nadar este no era el plan inicial y yo no lo había comentado con sus madres.
Empecé a pensar que seguramente a más de una tener a sus vástagos por allí en plan concurso de camisetas mojadas no les iba a hacer ninguna gracia y me puse a repartir bañadores de N como una loca pero la mayoría estaban demasiado entretenidos ahogando a un compañero como para hacerme caso.
Fue un ratito muy divertido para ellos y muy estresante para mi que me atrincheré en el bordillo de la piscina contando niños todo el rato para evitar que se me despistase alguno para el fondo.

Conseguí mantenerlos a flote y poco a poco se fueron saliendo a dar cuenta de los bocadillos de jamón serrano con pan casero que les habíamos preparado. Una inmersión en la cultura española, así a lo bestia, con lo más rico y si, les encantaron.

No tengo fotos aptas para poneros porque sólo conseguí que se vistiesen la mitad :-S.

En resumen, los devolvimos sanos y salvos tras la crazy party a sus familias y no recordaban habérselo pasado tan bien en mucho tiempo. Estos de mayores van a Mallorca fijo.

En mayo ha sido el cumpleaños de G, 5 añitos mi princesa pequeña.

Al igual que su hermano el día del cumple lo celebramos en familia y el fin de semana con las amigas del cole.

Está feo que yo lo diga pero no se puede ser más bonita

Atención a la tarta; no se puede ser mas cursi
El pollito pequeño, quería una fiesta sólo de niñas y a poder ser rosa y con puntillas, así que le organice lo que hemos bautizado como "cumpleaños cuqui".

Invitamos a todas las amiguitas de la clase que no son muchas y finalmente fueron 7.

La idea era decorar unos marquitos de fotos y hacer unas pulseras y collares y después tomar la merienda.




Nada que ver con los cafres de los chicos, estuvieron súper tranquilas decorando sus cositas y encantadas con sus pegatinas. Ahí lo dejo, como reflexión para los que dirigen el mundo. Nosotras siempre tan sensatas jijiji.


Como lo prometido es deuda fue todo muy cuqui, hasta la tarta




Las niñas a veces me miraban un poco rarito pero más o menos conseguí hacerme entender y tuve a la mejor ayudante del mundo, mi otra pequeña. Fue la anfitriona perfecta, las indicó como hacer las manualidades, las disfrazó de una mezcla entre princesas y porno-star y las tuvo entretenidísimas con sus juegos inventados y sus canciones sin fin.



9 comentarios:

  1. Te he dicho ya que de mayor quiero ser como tú? allá para los 70, hasta entonces no tengo tiempo de aprender tantas cosas!!!!! Ole mi Arantxi!!!!

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  2. Doy fe de que el padre es un manta jugando al fútbol, jajajajaja. Besos a todos

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    1. Que injusticia! Y todo por un pequeño balonazo en la cara de la hermana de un amigo durante su despedida de soltero. Un abrazo. D

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  3. Que cuqui !!! Mi chica ♡♡♡♡

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  4. Q maravilla de cumpleaños! Q momentos tan especiales les preparas a tus peques!

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  5. Q maravilla de cumpleaños! Q momentos tan especiales les preparas a tus peques!

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  6. Acabo de regresar de Pesquera y ...¡Qué maravillosa sorpresa! Ya tenía ganas de leer algo tuyo y de ver fotos de los peques.Las tartas me parecen estupendas.
    ¿Para cuándo el próximo comentario o como se llame esto? Besos para todos.

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  7. Qué cuqui... Pero lo veo más de Inés Súperamor...

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